“Muchas personas consideran un delito allanar una propiedad privada y pintarla. Pero, en realidad, equipos de marketing invaden los 30cm2 de nuestro cerebro cada día de nuestras vidas. El grafiti es una respuesta perfectamente proporcionada al hecho de que una sociedad obsesionada con el status social y la infamia nos venda metas inalcanzables. Esta es la visión de un mercado libre y no regulado que tiene el tipo de arte que se merece. Y es posible que a algunos les parezca una enorme pérdida de tiempo, pero a quien le importa su opinión: su nombre no está escrito en letras gigantes en el puente de su ciudad” (Banksy, 2010)
"no me dejare tragar por los monstruos que me habitan" ADEX
Y es que el arte y el vandalismo se confunden simplemente en
la mente de quien ha perdido la capacidad de sorprenderse con pequeñas cosas;
soñar, fantasear e imaginar; que con ellas se puede mejorar el mundo. Pareciera
que la vida está llena de narraciones y de miles detalles que en la totalidad
de los casos pasan inadvertidos y sin ninguna consecuencia por nuestros ojos.
El arte en la ciudad es uno de ellos. Creemos que para ver arte debemos ir a
los museos y dejamos de ver el arte que está plasmado en la ciudad. Un muro delineado
puede ser una ejemplo puro de lo que es el arte de un manera; gratuita y
abierta al público. No obstante para otra persona ese mismo muro puede ser la expresión de un hecho vandálico y desmedido
que traspasa los limites de urbanidad y va en contra de la tranquilidad del
ciudadano. La razón dependerá de quien lo mire.
No hay comentarios:
Publicar un comentario